El Palacio de los Austrias se ha utilizado como residencia real desde 1586 para lo que denominaban «Las Jornadas». Así era como llamaban a las estancias prolongadas de los reyes en los distintos Reales Sitios. También llamado Palacio de Felipe II en El Escorial. Si hay algo que observarás en tu visita por encima de todo es, la gran austeridad de su decoración, muy acorde con su creador, Felipe II y recordando la arquitectura de las casas castellanas de la época.
Se encuentra situado en la fachada norte, ocupa dos plantas en el entorno del ábside de la Basílica y envolviendo el Patio de Mascarones. Podrás visitar las principales dependencias de los Cuartos Reales entre los que se encuentra el dormitorio del Monarca. Se encuentra dividido en: la sala principal, el escritorio, la alcoba y el lujoso oratorio. Desde el dormitorio seguía con especial devoción los actos litúrgicos en su última etapa, cuando estaba imposibilitado a causa de la gota. Gracias a una ventana situada en la estancia y que comunica directamente con la Basílica.
Justo al otro lado del presbiterio de la Basílica y de forma totalmente simétrica, se encuentran las estancias Reales de la Reina, que finalmente fueron usadas por su hija la infanta Isabel Clara Eugenia. En todo el conjunto del Palacio de Felipe II podrás encontrar obras pictóricas de la escuela española de principios del XVII. También de la escuela italiana y veneciana del siglo XVI, y de las escuelas flamencas del XVI y XVII.
Te llamara especialmente la atención la madera de las puertas, regalo del emperador Maximiliano II.
Antes de llegar a las habitaciones reales cruzarás por el Salón de Embajadores. En ellos, podrás contemplar morteros del siglo XVII, una mesa con incrustaciones de marfil y algunos objetos exóticos y hasta dos relojes solares, así como retratos de todos los reyes de la casa de Austria.
Verás también la sala de guardias, aquí tienes a tu disposición la silla que utilizó Felipe II para viajar al Escorial cuando estaba enfermo de gota. En el salón de los retratos puedes ver un retrato de Felipe II, obra de Tiziano.
Felipe II no necesitaba moverse de este lugar para hacer su vida. Tenía una galería de paseo por la que dar sus paseos cuando el tiempo no le permitía salir al campo. Y hasta podía escuchar misa desde sus aposentos, o incluso admirar sus amados jardines.
Desde su despacho se regían sus extensos dominios sobre los que no se ponía el sol.
Recorre el histórico palacio de los Austrias de San Lorenzo de El Escorial en el que habitó el monarca más poderoso de España. Poniendo especial interés en la magnífica Sala de Batallas (también llamada Galería Real), en la que varios cuadros renacentistas narran las hazañas bélicas de las tropas españolas de aquellos tiempos.