Situadas en la zona conventual del Patio de los Evangelistas y en la esquina meridional del claustro, podrás comprobar que las Salas Capitulares de El Escorial, son dignas de cualquier museo de prestigio. Sus paredes tienen el honor de portar lienzos de artistas de la talla de José de Rivera, Diego de Silva Velázquez, o El Greco.
Como curiosidades del monasterio del Escorial te contamos que, servían fundamentalmente para que los monjes se reuniesen a diario para tratar los temas del templo, escuchar algún que otro sermón o lectura, o para recibir instrucciones del abad, lo que se conoce como capítulos. De echo, su distribución está pensada para realizar estas reuniones con la máxima funcionalidad.
Verás cuatro amplias salas: el vestíbulo de acceso, la sala Vicarial, la sala Prioral y la Celda Prioral Baja.
Todas ellas con una hermosa decoración de las bóvedas, pintadas al fresco con grutescos y figuras bíblicas y de santos, obra de Granello y Fabricio, hijos de Bergamasco, una escala de tu visita al Monasterio de El Escorial plagada arte pictórico.
CONTENIDO
Vestíbulo o Sala Central
Destaca en el centro de la sala, un Ángel de bronce dorado sobre pedestal sosteniendo un atril que hacía oficio de facistol en la Basílica, hecho en Amberes por Juan Simón en 1571. Te llamará la atención sin lugar a duda el cielo, con ángeles que bajan portando coronas de laurel.
En las paredes de esta sala, verás cuadros como el retrato de Inocencio X, copia de Velázquez, la Adoración de los Pastores y la Adoración de los Reyes.
Sala Vicarial
Lugar donde las reuniones eran presididas por el vicario. Esta sala posee una valiosa colección de pinturas del siglo XVII que te va a fascinar. Desde San Juan Bautista y San Juan Evangelista, pasando también por grandes obras de Navarrete el Mudo como: San Jerónimo en penitencia, la flagelación del Señor, el martirio de Santiago Apóstol (la obra maestra del Mudo), la Sagrada Familia, el Nacimiento del Señor, de Zúccaro y la Adoración de los Pastores. Sin lugar a duda Navarrete fue el pintor Español que mejor contribución hizo a la decoración del Monasterio de El Escorial.
La túnica de José de Velázquez es la obra de mayor relevancia que encontrarás en las Salas Capitulares.
En uno de los testeros de la sala Vicarial, se exhibe un Altar portátil el cual, Carlos I llevaba consigo en sus campañas, está bordado en gran relieve y hecho en bronce y plata con esmaltes. De menor relevancia encontrarás pinturas como San Pedro, la Asunción, San Agustín, Cristo muerto, San Jerónimo, Dolorosa y Sagrada Familia.
Sala Prioral
Donde se reunía la comunidad jerónima presidida por el prior, sus pinturas pertenecen al siglo XVI y encontrarás en ella varios cuadros con coronas de flores que contienen un relieve con asuntos bíblicos, una Inmaculada de Vicente Carducho, una copia de la transfiguración de Rafael. El Nazareno orante, de escuela italiana. Copia de la Magdalena de Tiziano por Lucas Jordán, un San Bartolomé anónimo, una copia de la Dolorosa de Tiziano. Noé después del diluvio, de Andrés Vaccaro, o La Adoración de los Pastores, de Ribera.
Celda Prioral Baja
Estas eran las habitaciones de verano del prior y el lugar donde despachaba con los monjes y recibía a los nuevos novicios. Presidiendo la Celda Prioral Baja encontrarás el retablo portátil del emperador Carlos V, hecho en plata sobredorada, esmaltes y madera, con distintas corrientes estéticas.
Hoy en día también ha sido adornada la estancia por una valiosa colección de vestimentas litúrgicas del siglo XVI, majestuosamente bordadas en seda y oro en el mismo monasterio. Lo componen cuatro asombrosos juegos: Uno en verde, otro de difuntos, el propio de la fiesta de San Lorenzo y por último el de la Vida de Cristo.
Un San Lorenzo en coral y esmalte, del XVI procedente de Italia.
Verás vitrinas con piezas de mucho valor e interés tales como una colección de marfiles, la arqueta-relicario castellana del siglo X o XI, un pequeño díptico gótico de taller parisién del siglo XIV y un grupo que representa el Descendimiento de los talleres del Buen Retiro (s. XVIII). Un relicario en forma de libro regalado a Felipe II.
