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El Monasterio de El Escorial, una historia en movimiento

Monasterio del Escorial Historia del arte

El Escorial, testigo de innumerables hechos históricos, ha sido el hábitat elegido por un gran número de personajes de diferentes épocas pero, ¿Qué tiene de especial este lugar situado al norte de la capital, convertido ahora en un referente histórico a nivel mundial gracias al Monasterio y su historia?

Lugar estratégico para los Romanos

La historia del Monasterio de El Escorial y sus alrededores se remonta nada menos que a la Época Romana. Según cuenta la profesora en historia del arte en la universidad San Pablo CEU, Sirga de la Pisa, los primeros datos que tenemos de esta zona corresponden a esta civilización.

Al realizar las excavaciones pertinentes para la construcción del Monasterio, se descubre que El Escorial, formó parte de la amplia red de carreteras que construyeron los romanos para poder transportar mercancías y tropas de un lugar a otro de todo el imperio con la mayor rapidez.

historia primitiva y exacta del monasterio del escorial

Ya desde la época del Cesar, El Escorial fue elegido para convertirse en un lugar prospero, el pertenecer a la calzada romana que unía Mérida y Zaragoza, va a suponer una fuente de riqueza y crecimiento para el entorno, gracias al pago de impuestos y los servicios que se creaban para la atención de los viajeros.

Comienzo de la Repoblación del lugar

Después de los Romanos no encontramos ningún escrito o documento que nos de pistas de la historia del Monasterio del Escorial hasta el año 1085, es entonces cuando sucede lo que conocemos como «la repoblación». Alfonso VI reconquista Toledo y Madrid después de la invasión musulmana del año 711, para después, emprender la ardua tarea de hacer renacer todos estos lugares, incluyendo, como no, El Escorial.

La localidad pertenece directamente de Segovia, que para una mejor administración de sus bienes territoriales, se encontraba organizada en Sexmos. No le costó mucho rehacerse, pues el ser una zona muy rica en recursos naturales como la madera, el agua (este recurso trajo serias complicaciones en la construcción de la Cripta del Monasterio), la piedra y en especial la lana, facilitó mucho la llegada de trabajadores con ganas de asentarse y vivir tranquilos.

Sexmos de Segovia
Sexmos de Segovia

Hombres y mujeres venidos especialmente del norte fueron los que impulsaron de nuevo el lugar y se convirtieron en los auténticos repobladores.

Un pequeño impulso a la región

Sin embargo, no fue hasta el siglo XVI cuando empezó a tener una gran relevancia. La llegada del Rey de España y emperador Germano Carlos I, trajo consigo la designación de personas de su confianza como gobernantes de diferentes territorios, en los que se incluye El Escorial, la mayoría fueron extranjeros y esto no pasó desapercibido en la población, dando lugar en 1520 a la Guerra de la Comunidades.

Aprovechando el viaje del Rey a Europa para ser coronado emperador, las ciudades de Toledo, Segovia y Salamanca llevaron a cabo esta rebelión, dando por finalizadas un año después con la victoria del ejercito imperial en la Batalla de Villalar, consiguiendo ganar de esta forma mucho poder político. Esto supuso un cambio de nivel, trayendo a la región más población y consecuentemente más riqueza.

Batalla de Villalar
Batalla de Villalar.

El cambio definitivo para la historia del Monasterio de El Escorial

Tras Carlos I, en 1556 aparece en escena quien cambiará para siempre el destino de este mágico lugar, Felipe II, llamado también «el Prudente», quién se encargó en convertir El Escorial en una pequeña aldea, permitiéndolo gozar así de entidad propia, gracias al deseo del monarca de construir el Monasterio (1561) y ayudado también por la cercanía a la capital del reino, Madrid.

En 1561 Felipe II traslada la capital de España, de Toledo a Madrid y nombra a los monjes jerónimos para el cuidado del Monasterio.

Esto permite al Escorial tener administraciones propias, facilitando de esta manera el crecimiento y riqueza de la población. Poco a poco se van instalando cortesanos y sirvientes, pero sin dejar de lado los recursos naturales del lugar. La ganadería, pasa a un segundo plano tras la construcción del Monasterio, pero siempre jugará un papel importante en la zona.

Construcción El Escorial por Felipe II

Bajo la promesa realizada a Carlos I, Felipe II buscaba construir un lugar donde pudiesen descansar los restos de sus padres y con ello, todos los correspondientes a la dinastía austriaca. Según cuenta el historiador Manolo Rincón, fue entonces cuando aprovechó el 10 de agosto de 1557, tras el triunfo en la Batalla de San Quintín y decidió construir un nuevo monumento que fuese Panteón de la dinastía.

¿Porqué se elije El Escorial como lugar para el Monasterio?

Varios son los factores que llevaron a Felipe II a decidirse por este lugar para la construcción de un Panteón Real:

  • La soledad: Felipe II tenia bien claro que para custodiar el Panteón Real y velar por las almas de sus padres y de la suya propia quería a la orden de San Jerónimo, estos monjes se caracterizaban especialmente por vivir en soledad y apartados de cualquier contacto que pudiese desviarles de su misión principal. El Escorial por aquel entonces, era una pequeña aldea que permitía a los monjes cumplir con este requisito.
  • La riqueza de los recursos naturales: Otro factor importante fue la riqueza del lugar en recursos básicos como el agua, la ganadería, e incluso la caza. Estos factores permitirán a la orden sustentarse por sí misma sin tener necesidad de depender del comercio o cualquier otra actividad.
  • La estrategia del lugar: Otro factor que llevó al monarca a decidirse por este lugar, fue el estar a medio camino entre Valsaín y El pardo, esto le iba a permitir que sus viajes no fuesen tan largos.

Como resultado, un lugar situado en la Sierra de Guadarrama que coincide con el centro de la península, ideal para albergar un monumento consagrado a Dios, las artes, el conocimiento, la sabiduría y custodiado por los monjes de la orden de San Jerónimo, muy ligados a la familia Real.

Visitar Monasterio El Escorial
El Escorial era un lugar estratégico para Felipe II.

Inicio de las obras del Monasterio de El Escorial, una historia también de arte

En 1562 dio comienzo a la preparación del terreno mediante excavaciones y zanjas, para poder colocar la primera piedra del Monasterio de El Escorial el 23 de abril de 1563. Al acto no acudió Felipe II, pero su arquitecto Juan Bautista de Toledo, vio que era el momento adecuado para comenzar a levantarlo. Estuvieron presentes los aparejadores y oficiales, junto con los religiosos y el Vicario que se encontraban en el lugar, el Prior al encontrarse fatigado, no pudo ser testigo de este echo.

Durante siglos se desconocía la ubicación exacta de la primera piedra, hasta que en 1971 fue encontrada durante la construcción de nuevas cocinas en la zona que corresponde al convento. Mide 40 centímetros de alto y 1,60 de largo, y en sus diferentes caras se puede leer el nombre del fundador, el arquitecto y la fecha de colocación de la misma, junto con la siguiente inscripción: «Dios óptimo máximo, vele por esta obra».

Construcción el Escorial - Piedra fundacional del Monasterio de El Escorial
Piedra fundacional del Monasterio de El Escorial.

Aunque la Basílica no se terminó hasta 1586, en 1584 se dieron por finalizadas las obras, todo un conjunto dedicado no sólo a guardar y velar por la dinastía de los Austrias, sino también encargado de almacenar arte, conocimiento y saber de la época.

Felipe II murió en 1598 en el Monasterio de El Escorial, tras una larga agonía que duró 53 días, sufriendo varias enfermedades como la gota, la artrosis y la hidropesía.

En la actualidad encontrarás dentro de sus muros pinturas al fresco de Tibaldi, Zuccaro, Luca Cambiaso, Lucas Jordan o Giordano y lienzos pintados al óleo de artistas de la talla de Navarrete “el Mudo”, Claudio Coello, El Bosco, Tiziano, Greco y Roger van der Weyden.

El Real Sitio empieza a dar un cambio

Felipe II guardo el entorno del Monasterio para que siempre fuese una construcción en el centro de la naturaleza, procurando de este modo, que nunca perdiese la esencia que él mismo había querido para el monumento. Sin embargo, la llegada de Carlos III al poder cambió por completo este echo. De la mano del arquitecto Juan Villanueva, pasa a urbanizarlo dotándolo de calles y edificios y esto trajo consigo gran cantidad de trabajadores que a su vez necesitaban un lugar donde vivir, eligiendo para ello la aldea del Escorial, que más adelante se transformaría en Villa.

Pintura de Miguel Ángel Houasse. Madrid, Museo Nacional del Prado.
Pintura de Miguel Ángel Houasse. Madrid, Museo Nacional del Prado.

La decadencia de la Invasión de los franceses

En 1808 el Escorial es abandonado por la Casa Real propiciado por la invasión francesa, es aquí cuando de forma progresiva fue perdiendo todo el flujo de la corte que traía consigo la realeza, haciendo que de forma lenta los habitantes tuviesen que volver a las labores y trabajos que en un principio llamaron la atención de Felipe II, la ganadería y la agricultura.

Tanto el Monasterio como las casas cercanas sirvieron de acuartelamiento para los soldados franceses quienes, antes de abandonar el lugar, se encargaron de quemar importantes edificios, se centraron especialmente en los militares como las caballerizas. Podrás ver que sólo quedan en pie los muros de este complejo, que se encuentra al lado de la Plaza de la Virgen de Gracia y que hoy en día se conoce como el Parque de la Bolera.

Caballerizas del Monasterio de El Escorial
A la derecha se aprecian las Caballerizas seguidas de las Casas de Oficios, a la izquierda el Monasterio. Madrid, Patrimonio Nacional.

Otro hecho que cambiará también la historial del Monasterio de San Lorenzo el Real de El Escorial, es la entrada en vigor de las leyes de desamortización de edificios eclesiásticos, pues propiciarán en diciembre de 1837, la salida de los 150 monjes Jerónimos del lugar.

Llegada del ferrocarril a la Villa de El Escorial

A mediados del siglo XIX (1861) se construye el ferrocarril trayendo consigo la vuelta de la burguesía al lugar y dando una nueva historia al Monasterio del Escorial, la dificultad que tenía el terreno para su construcción trajo también gran cantidad de trabajadores y arquitectos, propiciando que la Villa volviese a renacer.

El Escorial se va transformando y poco a poco se va convirtiendo en el lugar de veraneo preferido por las clases altas de Madrid, esto propicia que en el año 1885, Alfonso XII encargue la conservación del Monasterio a la orden de los Agustinos.

Al visitar el Monasterio de El Escorial, comprobarás que esta orden en la actualidad, sigue guardando y custodiando el conjunto.

Declaración de Monumento Histórico-Artístico y Patrimonio de la Humanidad

El siglo XX tiene gran relevancia sobre el Monasterio del Escorial y su entorno, pues en 1931 son declarados como Monumento Histórico-Artístico, sin lugar a duda, un reconocimiento a su larga historia y conservación del entorno. Más adelante, el 2 de noviembre de 1984 es declarado el Monasterio y el Sitio de El Escorial como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Panorámica del Real Monasterio de El Escorial
Panorámica del Real Monasterio de El Escorial

Como puedes ver, el Monasterio de El Escorial y su entorno, goza de una historia que se remonta a la época del Cesar, hecho que nos hace pensar que ha sido y es, un lugar con un atractivo y encanto especial, con capacidad de envolver y conquistar a los visitantes que deciden dar un paseo por sus campos.

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